CULTURA PARACAS
La Cultura Paracas fue una importante sociedad en la historia del Perú muy conocidos por su arte textil, sus momias y por la trepanación craneana para poder curar fracturas y tumores en el cráneo.
Surgieron aproximadamente aproximadamente entre 700 a.C. y 200 d.C., con un amplio conocimiento de riego y gestión del agua.
Al sur de Lima, viven en armonía lobos marinos, pingüinos de Humboldt, flamencos y otras especies protegidas. Es la Reserva Nacional de Paracas, que lleva su nombre por las tormentas de arena o “paracas”, que son comunes en la zona.
Al cruzar en bote hacia las Islas Ballestas, donde literalmente se alojan miles de lobos marinos, puede verse claramente, en la ladera de un cerro, un enorme geoglifo de origen incierto llamado El Candelabro. Uno más de los enigmas a los que nos tiene acostumbrados esta zona del Perú.
¿QUE VER EN LA RESERVA NACIONAL DE PARACAS?
Establecido en 1975, es la reserva marina más antigua del Perú, y además de las áreas biológicas, también protege los sitios prehistóricos de la cultura Paracas y otras civilizaciones antiguas.
Cerca de la entrada, dentro de la Reserva, está el Centro de Interpretación de la Reserva Nacional de Paracas y el Museo de Sitio Julio C. Tello nombrado así por el arqueólogo que hizo los mayores descubrimientos de la antigua cultura Paracas.
En el museo se pueden ver los finos objetos funerarios enterrados con los restos momificados de la élite de los Paracas.
PLAYAS
Entre Playa Lagunillas y Punta Santa María, está Playa Roja es una de las más hermosas en la Reserva Nacional debido al color rojizo de su costa, la más inusual a lo largo de la costa peruana.
El color rojo de la arena es causado por el macizo de las inmediaciones de Punta Santa María, formada por una especie de roca ígnea conocida como grano diorita rosado, que contiene magma solidificado en el interior. Cuando las olas rompen contra los acantilados de Punta Santa María, transportan fragmentos de las rocas rojizas que luego se quedan en la orilla, en un bello contraste con los colores amarillo y ocre de los acantilados.